Existen tantos mitos sobre la esterilización y la castración de las mascotas, que nos dimos a la tarea de investigar los mitos más comunes, y buscar la verdad detrás de ellos…
Mito: Mi mascota va a engordar y se va a volver floja.
La esterilización reduce el consumo calórico, porque la actividad sexual se reduce. Basta con reducir el alimento a la cantidad adecuada, para que no suceda. Además de ello, tu mascota no tendrá que estar preocupada por competir con animales de su mismo sexo. Esto le hará pasar más tiempo contigo y, como ya vimos, con una mejor salud.
Mito: Yo soy un propietario responsable, a mi mascota no la van a embarazar.
Las mascotas tienen un instinto animal que guía su comportamiento. Es una realidad que las mascotas que deambulan sin compañía, generan sobrepoblación en las calles. Las montas en parques y paseos, suceden a menudo y, como dueño, no tienes injerencia. La realidad es que los refugios están llenos de perros abandonados por “propietarios responsables”, cuando existe una camada indeseada. La prevención es la mejor herramienta para tu paz mental.
Mito: Las hembras deben esterilizarse tras el primer celo.
Falso. Entre antes sean esterilizadas, la probabilidad de hemorragia es menor, haciendo el procedimiento más sencillo. La hembra o macho deben ser esterilizados tras los cuatro meses de vida. Entre antes, mejor.
Mito: Los machos pierden su masculinidad.
Incorrecto. El macho logra deshacerse de la frustración de quererse aparear y no conseguirlo. Al castrarlo, el macho disminuye sus conductas territoriales: deja de marcar territorio y no pelea con otras mascotas de su mismo sexo, lo que le permite tener una vida plena.
Mito: La esterilización puede matar a mi mascota.
Mentira. La esterilización y castración son procedimientos sencillos y rutinarios en la vida de un Veterinario. Las estadísticas hablan por sí, los riesgos son muy bajos durante este procedimiento. Lo que sí está comprobado, es que las mascotas esterilizadas o castradas, tienen una mejor esperanza de vida, al evitar cánceres relacionados al aparato reproductivo. No sólo es un mito que la esterilización es un riesgo, sino todo lo contrario: la esterilización puede prolongar la vida de tu mascota.
Mito: La esterilización va contra la naturaleza del animal.
Las mascotas, como su nombre lo indica, están domesticadas. Su hábitat natural es vivir en manadas, libremente. Para adaptarse a una vida cotidiana con nosotros, la esterilización es necesaria. Lo que es antinatural, es que mascotas mueran a diario por hambre, rabia, o siendo maltratados en las calles. La esterilización soluciona el abandono de mascotas.